EL SEXISMO LLEGA A LAS MATEMÁTICAS

    

La idea de que las mujeres no valían para los números es uno de los falsos mitos que más han cundido en esta disciplina.

Lo que ha pasado es que desde hace poco se tenía en mente que las mujeres no servían para las matemáticas, ha sucedido en la actualidad porque se tenía que los hombre eran superiores a las mujeres respecto al tema de las matemáticas y como algunas personas tienen en mente la idea de que los hombres son superiores a las mujeres en la mayoría de temas y que las mujeres solo sirven para los temas del hogar.

Hasta hace bien poco, a las mujeres se les solía considerar poco aptas para biología y temperamento, para las matemáticas o de hecho para cualquier ciencia. Su educación decía que se tenían que centrar en las habilidades de la casa. Su sociedad reforzaba esta forma de pensar, y las propias mujeres eran a menudo tan obstinadas como los hombres en su visión de las matemáticas como una profesión poco apta para mujeres.

Si querían estudiarlas no se les permitía asistir a clase, examinarse, graduarse y perseguir una carrera académica, ellas tuvieron que abrir dos caminos.

  • A través de la jungla de las matemáticas
  • A través de la jungla de una sociedad dominada por los hombres

La actual obsesión con la genética y el ADN hace que resulte natural preguntarse si existe un gen de la matemática. Cabe pensar que el talento matemático saca partido de otros atributos más relacionados con la supervivencia:

  • Visión aguda.
  • Buena memoria.
  • Habilidad para saltar entre árboles.

Los pioneros de las matemáticas comparten, no obstante, algunas generalidades. Son originales, imaginativos y heterodoxos. Buscan pautas y les encanta resolver problemas difíciles. A menudo gozan de excelente memoria, pero no siempre.

Pueden ser veloces en el cálculo. No obstante, pueden ser malísimos en la aritmética sin que ello les suponga una desventaja obvia.

Casi todos los matemáticos gozan de una fuerte intuición, ya sea formal, ya visual, y con esto último me refiero a las áreas visuales del cerebro, no a la vista.

La tendencia a invocar imágenes visuales (y táctiles) ya es evidente en el álgebra de Al-Juarismi, cuyo título hace referencia al “equilibrio”. Las operaciones algebraicas se realizan entonces del mismo modo en ambos lados para garantizar que la balanza se mantenga en equilibrio. Al final, acabamos con la incógnita en uno de los platillos y un número en el otro: la respuesta, al resolver ecuaciones, los matemáticos a menudo se imaginan los símbolos moviéndose de un lado a otro. Los garabatos pueden representar desde una variedad decadimensional hasta un cuerpo algebraico de números.

No existe una “mente matemática” universal, una talla que sirva para todos. La mayoría de las mentes matemáticas no avanzan siguiendo una secuencia ordenada de pasos lógicos; eso solo lo hacen las demostraciones depuradas de sus resultados.

 

                                                                         

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